Boca del Tigre, resurgió y llega al Flex

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Actualizado: julio 21, 2018

El club de barrio como tal, funciona en torno a la pasión y el corazón de quienes lo dirigen, además de la gente que práctica deportes siendo socia, pero si no hay empuje y organización de parte de los que colaboran las dificultades que se pongan en el camino serán difíciles de sortear. Como en otras historias del Flex, el club Boca del Tigre y en especial el básquet se «recuperó», por la iniciativa de unos pocos, por el deseo de otros tantos, pero con el trabajo en equipo como sustento, desde el 2013 para acá la naranja volvió a picar, tras largos años de dormir en un algún armario de la institución.

El «levantamiento» del básquetbol tiene como epicentro a los hermanos Ramos Chavez, en primer momento a Nicolás, el mayor, quien fue el que dio el puntapié inicial para ver de que forma Boca del Tigre podría volver a contar básquet, sabiendo que el trabajo por delante era mucho, con apenas una cancha casi precaria y dos aros como único material importante para la práctica oficial del deporte.

«El club venía sin básquet hacia muchos años y mi hermano Nicolás fue el que arrancó con todo esto, hace cinco años y yo me sumé al año siguiente. Arrancamos con esta ‘loca’ idea totalmente desde cero, poniendo en condiciones las instalaciones como para poder conseguir los materiales para iniciar la actividad. Después de sumó nuestro hermano menor, Mariano, y un grupo de amigos que nos hizo el aguante, le pusimos muchas ganas entre todos para darle un poco de ‘cariño’ al gimnasio, poniendo mucho énfasis en la pintura de la cancha y acondicionamiento para que quede lo más linda posible», relató Ezequiel, el hermano del medio de los Ramirez Chavez.

En lo que fue su historia particular y el porque de decidirse a meterse en el proyecto para ayudar a su hermano, Ezequiel contó: «Tomé la decisión al ver el gran empuje de Nicolás, los primeros meses ayude desde afuera porque estaba jugando lejos de casa, pero cuando pude me sumé para estar con el día a día, estoy convencido que no me equivoqué en la postura que tomé y agradecido a Nicolás para depositar su confianza en mí para laburar codo a codo».

Hoy en día Boca del Tigre, después de un par de años jugando en otras competiciones amateurs y consiguiendo campeonatos como por ejemplo en la Liga de San Fernando o en la Liforbasquet, el equipo de zona norte optó por probar suerte en el Flex.

«Jugar el Flex para nosotros es una alegría enorme, un paso muy importante, ya que significa mucho para todos los que estuvimos poniendo el hombro a este proyecto desde los primeros días y ver adonde estamos y como estamos es una gran satisfacción», sostuvo Ezequiel.

Sobre las cuestiones de conformación del equipo y desarrollo del básquet con categorías formativas, es un proceso largo, conseguir chicos que se vuelquen al deporte de la pelota naranja no es un trabajo de un día para el otro, pero el entusiasmo y el empeño hacen pensar que con el correr del tiempo la actividad ira creciendo y estableciendo en la institución.

«El equipo de primera fue sencillo formarlo, contando con tantos amigos que nos dejó el legado del básquet, pudimos conformar un lindo plantel. Lo que lleva un proceso más lento es la escuelita, estamos trabajando para poder sumar chicos, pero sin dudas que es un trabajo de mucha paciencia», recalcó.

Yendo aún más al detalle de como está compuesta la plantilla del equipo que limita en la competencia informal de FeBAMBA, el entrevistado destacó: «Tenemos un equipo renovado, dándole lugar a los chicos que vienen de abajo, Gonzalo Aguilar (18), Gastón Fernández (17), Mateo Brito (13), Layana Poul (21) y Fernando Torres (20), todos ellos demostraron un gran progreso el año pasado en la Liga de San Fernando y hoy los sumamos a la base del equipo que viene jugando hace rato».

La inserción en una competencia nueva siempre requiere de una adaptación y aunque conociendo que el Flex es un torneo duro, Boca del Tigre ha comenzado bastante bien (tiene un record de tres victorias y tres derrotas), aunque según Ezequiel el equipo aún se está adaptando, pero el deseo de todos es pensar en llegar a los más alto.

«Estamos en proceso de adaptación, conociendo el torneo, la mentalidad es ir creciendo partido a partido. Queremos pasar la primera fase, meternos en playoffs y trabajar duro para llegar los más arriba posible, todos tenemos la ambición de querer salir campeón, pero primero tenemos que estar bien firmes y con las ideas claras», expuso Ezequiel.

Boca del Tigre, un club debutante en el Flex, con mucho sacrificio y esmero vuelve a tener básquet y en esta aventura bajo la órbita de FeBAMBA sueña en grande y busca sumar un trofeo más a su vitrina de trofeos conseguidos en los últimos años, sea en la liga que sea.