Porteño presenta dos Primeras en el Flex

Comenzaron los torneos Flex, y Estudiantil Porteño presenta dos Primeras. Bien diferenciadas una de la otra, pero las dos con el mismo y fuerte sentido de pertenencia y amor por la camiseta..

Uno, integrado por los denominados en el club “Los Viejos Pibes”, jóvenes jugadores que cumplieron y disfrutaron su ciclo en las formativas, y hoy arman un mix entre quienes integran la Superior Metropolitana, quienes en la misma divisional muestran sus talentos en otros clubes, y quienes entienden que el embudo hacia los equipos que compiten en el Torneo Federal y Metro es estrecho y quedan pocos. Pero en nada invalida sus cualidades, virtudes, pero por sobre todo, sus inmensos deseos de seguir mostrando que los colores del club los llevan adheridos a su piel.

El otro, con los chicos que van transitando el mismo camino a sus antecesores, con pocos años de diferencia, pero netamente marcada una diferencia generacional. Con sueños, ilusiones, y la obligación impuesta por los mismos jugadores de mantener a Porteño en la elite del básquet metropolitano, sea en el Oeste como en todas las Conferencias.

Estos últimos, cadetes y juveniles de la Tira B que compite en el Nivel 2 de la Conferencia Oeste, le sirve para entrar al mundo Flex, con varios conjuntos de jugadores grandes, con oficio, experiencia, y mil batallas en los lomos. Se aprende también con este tipo de enfrentamientos, porque se va curtiendo el espíritu competitivo, y entender que al integrar una Primera, serán mas las veces que tendrán en los rectángulos oponentes de dicha características.

Los del equipo A, arrancaron ratificando la percepción inicial al ver conformada su plantilla: van a estar en la pelea grande. Hasta el momento vienen invictos, ganado con solvencia sus juegos en la zona que integran.

“Al tener una nueva Primera en el Flex, y no poner en ella en el equipo A ningún chico de mayores, se convirtió completamente en un plantel con un par de generaciones de jugadores surgidos en la institución. Si bien son todos jóvenes, pertenecen a diversas categorías, con el agregado que varios están juntos desde muy pequeños: el único que se agregó es Federico Ale, quien viene de Universidad de La Matanza, y este año es entrenador del minibásquet. Es un grupo muy unido, se llevan bien, y son muy competitivos; si te dijera que no es importante ganar, te estaría mintiendo. En lo personal, no es el objetivo principal, pero ellos lo tienen bien arriba; quieren ganar todo el tiempo, asi entrenen una vez, dos o ninguna. Es una mezcla entre tratar de divertirse, juntarnos a comer, pasarla bien y obviamente ganar. A quien no le gusta ganar, pero nunca mezclamos las prioridades”, expresa Hernán Arbarellos, entrenador del Flex A, destacando las virtudes de un plantel que en la edición 2016 llegó a la final, cayendo ante Victoria. Con algunas modificaciones, siempre con jugadores de la entidad de Ramos Mejía, en esta edición van por el salto grande.

“De todos modos, tienen muy en claro y respetuosamente siempre, es que hay bastante equipos buenos, y cualquiera de ellos te puede ganar. Entonces, si bien se comenzó de manera sólida, no hay que creerse nada; estamos muy lejos de ser candidatos. Si es verdad que son un equipo competitivo, juegan muy bien, con buena química grupal, y eso es una combinación bastante importante”, desliza.

Inició el Flex, y Porteño puso dos Primeras. Con distintas perspectivas, pero el mismo reflejo de posibilitar a sus formativas, la posibilidad de seguir vistiendo en una Primera, la camiseta que se pusieron desde pequeños.